Nuestra propuesta para la bienal 2020 invita a reflexionar sobre ciertos asuntos relacionados a la disciplina de la arquitectura, asuntos de actualidad, pero que nos acompañan desde siempre, asuntos que se han encontrado en constante dinamismo y evolución. Imaginamos un espacio donde no se den respuestas, sino que genere la posibilidad de evidenciar ciertos conceptos que trascienden a la arquitectura e invitar al visitante a crear su propia conclusión y reflexión a todos los matices resultantes de estos asuntos.

​

Buscamos analizar y conceptualizar la transformación de los límites geopolíticos, generando una comparativa con la transformación de uso en casos de arquitectura, y como estos representan análogamente un cambio conceptual del entendimiento de los límites.    

​

Desde el marco conceptual y teórico propuesto por el curador de la bienal - ¿Cómo viviremos juntos? - relacionado a las comunidades globales emergentes, conectadas entre sí, en búsqueda de la inclusión y la equidad, despertó en nosotros la curiosidad de estudiar el carácter de los limites geo-políticos de las naciones, como estas se han encontrado evolucionando en constantes dinamismo, y su relación con el campo de acción de la Arquitectura. Los estados se ven obligados a amoldarse a los estándares globales de comportamiento financiero, política ambiental y justicia, impulsado en gran parte por los avances tecnológicos y de comunicación. Corrientes enormemente profundas de capital, trabajo e información remueven y modelan el mundo, promoviendo conceptualmente la disolución de las fronteras y los paradigmas de hermeticidad de los estados y sus culturas.

​

El agua desde tiempos antiguos ha sido un elemento fundamental para el asentamiento y desarrollo de las civilizaciones. Ciudades enteras creadas en las laderas de ríos, mares y lagos, dando lugar a un espectacular repertorio de infraestructura para la gestión del agua y su utilidad. Su uso, su vínculo, y su relación con el ser humano y las urbes se han encontrado en permanente vértigo. El agua, como elemento fundamental ha tenido diversas funciones: su uso primordial sanitario, para riego, como vehículo de comercio y de exploración, y muchos otros más. Los ríos y lagos, en gran parte del territorio argentino, comenzaron a utilizarse como limites geo/políticos con otras naciones.

​

Los límites de nuestra práctica diaria se ven forzados constantemente, comenzando a verse de manera difusa o borrosa el alcance de la misma. Las sociedades en continuo movimiento, con cambios cada vez más vertiginosos, sin duda exigen a la arquitectura cambios en sus paradigmas cada vez más veloces, y que esta comience a dialogar de manera más abierta con otras disciplinas, enriqueciéndose las unas con las otras para dar respuestas a las nuevas necesidades de un mundo cada vez mas global. El alcance de las incumbencias de los arquitectos, cada vez comienza a difuminarse y enriquecerse, al igual que lo están haciendo las naciones y los habitantes del globo.

​

Como reflejo de estas dinámicas modernas globalizadas, vertiginosas y de cambios en cortos periodos de tiempo, comenzaron a refuncionalizarse y reutilizarse construcciones edilicias que alguna vez albergaron un uso particular, o respondían a otros paradigmas de usos. Los límites, o el alcance de esos edificios comenzaron a modificarse al igual que los de las naciones, reflejando la necesidad de reinventarse abarcando nuevas y modernas disciplinas.

​